Es incauto que haya quien todavía crea que la discapacidad
no tiene voz, cuando precisamente son personas con este tipo de capacidades
diversas quienes te dejan sin palabras en más de una ocasión.
Ya queda poco para que Voces en Marcha vea la luz, para que
todas esas voces resuenen con fuerza.
Hoy recogemos un poema de José Francisco Soto López, un hombre de 33 años residente en Almería
que asiste a uno de esos Centros Ocupacionales que le permiten disfrutar del
arte, uno de esos Recursos en los que se reconoce su valía y por el que también
él alza la voz a través de sus palabras. José Francisco, alguien que se refiere
a sí mismo de la siguiente manera: “soy
una persona altruista y pienso que el dinero no significa nada para mí, el arte
sí”.
VIDA.
Algunos se quedaron en ese alba
pero la mañana era tan hermosa y clara…
Yo primero fui
y seré el último del juicio de mis cambios.
Solté algunas de mis amarras
de mi barco y corazón rojo de mendigo
que en medio de un baile de salón
había nacido libre
y aprecié esa gran emoción.
Muchos grandes hombres
consumieron sus palabras.
La historia se ha hecho larga
otros no soportaron las fuerzas
¡sálvese quien pueda!
Y nadie recordó palabras…
Me miro y me conozco
y entiendo esas palabras.
Hoy las digo
cuando lucho por la revolución
de las letras que creo oír en todas esas fuerzas.